El autor comparte su experiencia personal sobre cómo, al comenzar a generar ingresos, se dio cuenta de que carecía de educación financiera básica. A partir de esta reflexión, desarrolla una guía práctica que combina principios financieros con valores cristianos.
Cuando empecé a ganar mis primeros ingresos, pude darme cuenta de que todo el esfuerzo que había logrado tenía ahora un valor económico. Percibí mis primeros ingresos y estaba ganando lo que nunca había pensado, y me sentí muy bien por ello. Aunque todo tiene su tiempo y me preparé para enfrentar esta situación, me olvidé de una de las cosas más importantes para poder vivir tranquilamente, o quizás no tan tranquilamente.
Y fue el poder de saber controlar nuestros gastos y lo que hacemos con nuestro dinero. Básicamente, no tenía una buena educación financiera, porque sencillamente nunca me la enseñaron, y jamás me la enseñaron como parte de mi malla curricular en mi carrera universitaria. El saber llevar las cuentas cada mes y reconocer que debemos administrar de manera profesional nuestro dinero es un concepto que todos deberíamos aprender. Suele ser difícil sentarse a calcular nuestros gastos y lo que hacemos, pero es importante que podamos llevar un control del dinero que está saliendo de nuestros bolsillos y preguntarnos a dónde va.
El dinero representa un recurso fundamental en la vida de todas las personas alrededor del mundo. Sin recursos económicos, nuestros sueños corren el riesgo de quedarse únicamente en el plano de las aspiraciones, sin llegar nunca a materializarse.
Cuando nos encontramos en la etapa de la vida donde tenemos la capacidad de construir algo significativo —especialmente durante la juventud, cuando contamos con la energía y vitalidad necesarias—, es crucial pasar de la contemplación a la acción.
Si eres joven, estás en el momento perfecto para pulir y perfeccionar aquello que deseas construir. La juventud ofrece una ventana única de oportunidades que no debemos desaprovechar. Imagen por Irvis Murillo, Cracovia, Polonia.
Quizás suene muy difícil el hecho de cuadrar nuestras cuentas en un cuaderno y anotar todos los ingresos y gastos que hemos realizado durante el mes y los meses anteriores. Es matemática sencilla, pero indispensable para asegurar nuestros activos y tener protección financiera a largo plazo.
¿Comprende a dónde va su dinero y por qué?
Nunca nos enseñarán sobre la educación financiera en nuestras escuelas, o al menos en Latinoamérica; mientras esta utopía se logra con el tiempo, debemos enfocarnos en nuestra realidad, y una de las realidades es justamente el saber llevar la administración de nuestro dinero y, básicamente, comprender a dónde va nuestro dinero y por qué.
Pregúntese: ¿Me es difícil llegar a fin de mes? ¿Me cuesta pagar ciertos servicios de mi casa o apenas sobrevivo cada mes? ¿Es muy poco lo que gano?… Estas son algunas preguntas que debemos hacernos para poder conocer nuestra realidad. No obstante, si somos de las personas privilegiadas que obtenemos buenos ingresos cada mes y aún así no sabemos qué se hace con nuestro dinero, es momento de frenar los caballos, detenernos a pensar, cuadrar la situación y educarnos.
La cuestión del dinero, de la pobreza o del estado en que nos encontramos ahora (me refiero a nuestra calidad de vida) es tener toda una estructura bien organizada para poder administrar de manera inteligente nuestro dinero. Entonces, esto quiere decir que, así seas pobre o rico, si no llevas un buen control de tus gastos cada mes o simplemente vives sin calcular a dónde va tu dinero, eres una persona condenada al fracaso.
El dinero es un activo de suma importancia porque con él puedes comprar el 99% de las cosas del mundo; hasta el amor trae gastos y costos, ya que en muchas ocasiones usamos lo poco o mucho que tenemos para sorprender o demostrar que amamos a esa persona con algunos detalles. Y aún mejor, cuando deseamos una protección segura para nuestra vejez o ante cierta enfermedad.
Por ello, no es inteligente que el dinero que ganas hoy lo puedas gastar o invertir en cosas que nunca vas a recuperar, y eso se aplica en todo sentido y ámbito de la vida. Por ejemplo: no puedes recuperar tu dinero cuando se te antoja una deliciosa comida o cuando compras un auto o un vehículo. ¿Por qué decimos que nunca se recupera?
Aunque es difícil llevar la contabilidad de nuestros gastos mensuales y hacer una lista de las cosas en las que estamos gastando, esta es una de las maneras más efectivas de iniciar para comprender hacia dónde va nuestro dinero, ese que ganamos con tanto esfuerzo.
Tener registrados todos nuestros gastos nos permite detectar qué cosas están limitando nuestro crecimiento financiero y nos ayuda a tener mayor conciencia sobre nuestro manejo del dinero cada mes. La idea es que podamos identificar gastos que no nos aportan valor real.
Aunque resulte difícil hacerlo, inicia sin miedo y registra todos los gastos que has hecho durante este mes. Este primer paso puede ser el inicio de una mejor relación con tus finanzas personales. Imagen por Irvis Murillo.
Porque son activos que compras que no generan un valor económico con el tiempo. Así que si sabes invertir tu dinero en cosas o haces la inversión pensando en tu futuro, te va a ir bien. Si te das cuenta, todo en la vida es inversión. Inviertes tiempo en estudiar para que puedas obtener ingresos más adelante; inviertes tu tiempo en conocer a aquella chica que piensas que será tu futura esposa…
La clave del éxito y en el dinero se encuentra en tener una buena educación financiera. Saber administrar el dinero y no gastar en todo lo que se nos ofrece, sino más bien invertir o comprar (tratar de hacer) en cosas que nos darán un valor económico más adelante.
Cosas que no debes comprar
Una de las cosas que usted debe analizar es calcular o hacer la lista de las cosas que ha comprado y ha gastado. En esa lista debe reflejar las cosas en las que va tu dinero y por qué. Lo recomendable es que analice qué cosas son las menos importantes y las que no sirven para una necesidad principal.
Por ejemplo, si ha adquirido este mes una cosa que no pertenece a una necesidad básica y esencial, entonces puede descartar esto. O pregúntese: ¿Qué pasa si no compro esto? ¿Afectará mi vida de manera directa? Si no afecta de manera directa y no pasa nada si no se compra, entonces es algo que necesariamente no necesitamos.
Un consejo que puedo dar es que cualquier compra que usted haga, sepa sacar un provecho económico de ello. Por ejemplo: yo tengo una cámara réflex que compré hace años y por mucho tiempo estuvo guardada. Después de mucho tiempo, quise venderla a un precio muy cómodo y estaba disgustado con esta cámara porque pensaba que era algo pasado de moda y que los smartphones actuales tienen más cosas que esta cámara.
Por mucho tiempo tuve el falso pensamiento de que, así como me sacrificaba trabajando y ganando dinero cada mes, soportando el enorme estrés que tenía, era natural pensar que celebrar, viajar y gastar mi dinero era mi merecida recompensa.
Esa forma de pensar quizás no es consciente al principio, y nadie lo nota (porque las personas a mi alrededor también piensan lo mismo), pero me di cuenta de que esa no es la forma correcta de construir una vida plena financieramente, sino que más bien me mantenía en el mismo lugar económicamente.
Si tienes hoy la oportunidad de ganar tus primeros ingresos, considera esta reflexión: usar tu dinero o tus primeros ingresos para ahorrar y luego invertir puede ser el inicio de un camino diferente. La verdadera recompensa por nuestro esfuerzo puede estar en crear bases sólidas para nuestro futuro financiero. Imagen por Irvis Murillo, supermercado Polonia.
Me di cuenta de que esta cámara toma buenas imágenes y que podría hacer un negocio con mis imágenes de calidad o venderlas. Entonces, comprendí que mi inversión de hace años había tenido sentido. Pues diseñé y lancé un sitio web sobre imágenes e hice una investigación de mercado para obtener la demanda, y observé que existía un mercado enorme de descargas y búsquedas de imágenes.
Lo que pareció una inversión poco fiable ahora lo transformé en un negocio sólido. Y esa es la forma correcta de poder aprovechar toda ocasión para obtener o rentabilizar cada momento de nuestras vidas. En cualquier situación, siempre compremos con la cabeza o tratemos de aprovechar sus bondades económicas, sin obviar las cosas que podrían ser rentables con el tiempo.
Facetas para administrar bien el dinero
- Evite amistades tóxicas: Si tiene un grupo de amigos que tiene actitudes negativas o hábitos poco saludables, es momento de alejarse y tratar de conseguir buenos hábitos. Por ejemplo: si gastaba su dinero en bebidas alcohólicas, ahora debería esforzarse por cambiar este hábito y empezar a tener uno más saludable, por ejemplo: leer un libro a la semana o comprar un curso.
- Deje que la otra persona también pague la comida o cualquier otra cosa donde se compartan los gastos. En muchos países de América Latina, esto ya se ha vuelto no una caballerosidad, sino un «prejuicio» mal entendido de que la mujer no debe pagar nada. Si somos varones, hagamos que la chica pague también su comida, porque esto le enseña que las cosas no vienen gratis, o al menos si quizás nuestras intenciones sean otras… Si tenemos amor sincero, vamos a ser conscientes de esto y vamos a demostrar que el amor no significa eso y va más allá de un simple capricho.
- Pregúntese en cada futura compra: ¿Qué pasaría si no lo compro? Analizar las causas y efectos de una compra a futuro nos ayudará a entender si la compra es factible o no, o a reconocer que es una compra basada en emociones o gustos.
- Guarde siempre la compostura: No deje que alguien lo pueda utilizar a usted o aproveche su situación económica. Muchas veces tenemos un corazón grande con respecto a la caridad y nos gusta donar lo poco o mucho que tenemos, y eso está bien. Pero tenga en cuenta que existen muchas personas que abusan o se aprovechan de nuestra persona, haciéndose pasar por pobres o nos tratan de persuadir. No dejemos que nuestras emociones sean manipuladas por los demás y nunca permitamos que esto pase. Tengamos cuidado con estas personas y siempre estemos alertas.
- Haga matemáticas sencillas: O al menos si no se sabe aritmética básica, esto será difícil de entender. Por ello, controle todos los costos y gastos que usted realiza cada mes, y por favor siéntese y anote en su cuaderno estos cálculos. Si hace esto, tendrá un mejor panorama de las cosas que hace.
- Actúe con determinación y no por emociones: Aunque esto parezca realmente difícil de evitar, es necesario que los entornos publicitarios no le persuadan de comprar cosas que usted nunca pensó comprar. Evitar las emociones pasajeras nos ayudará a resistir a muchas tentaciones y nos ayudará a no quedarnos con los bolsillos vacíos. Este consejo sabio se aplica en muchos ámbitos de la vida y es más esencial cuando usted siente un profundo cariño por alguien y desea lo mejor, pero en sentido material. Comprenda que el amor verdadero no se trata de adquirir cosas materiales para él o ella, es un valor mucho más grande. Por lo tanto, saber distinguir una emoción pasajera le ahorra muchos desastres emocionales y económicos (aunque me diga que soy un aburrido).
El dinero como protección divina
La Biblia asegura que el dinero es una protección para muchas cosas y en la vida real en la que vivimos, para enfrentar muchas cosas que imaginamos y no imaginamos. Por ello, saber trabajar conforme a lo establecido y llevar una vida equilibrada nos garantizará una vida saludable y buena salud. El rey Salomón hizo un buen contraste entre amar el dinero y observar el dinero sabiamente; por ello, es indispensable que sigamos los consejos mencionados arriba para lograr una buena estabilidad económica y lograr una buena salud.
Muchas veces estamos rodeados de personas que, en lugar de sentarse a pensar y verificar si lo que estamos haciendo es lo correcto, caemos en el mismo círculo y se transforma en un ciclo vicioso.
Si deseas salir adelante, es importante pensar de manera distinta a las personas que te rodean, y eso requiere sacrificio. A veces significa alejarse de la comodidad de seguir lo que todos hacen y tomar decisiones que otros no entienden en el momento.
Romper estos patrones no es fácil, pero es el primer paso hacia un cambio real en tu situación financiera y personal. Imagen por Gabriel Remotti Corelliano.
¿Por qué se dice que el dinero trae problemas de salud? Porque en el mundo mueren muchas personas únicamente por el hecho de sus deudas y problemas relacionados al tema económico. Por ejemplo, muchos matrimonios se rompen y las parejas que antes se amaban ahora pelean por obtener su parte o quieren todo lo que les corresponde… y así existen infinitas historias relacionadas al dinero. Por eso es indispensable ver el dinero como una protección, equilibrar nuestra vida y observar sabiamente (Eclesiastés 7:12).
En este pasaje, Dios nos promete que lo más importante de todas las cosas es la sabiduría. Podemos tener grandes conocimientos sobre lo que nos gusta y lo hacemos bien, pero definitivamente si no sabemos controlar o «administrar nuestro dinero» y usamos sabiduría, vamos a llevarnos a la misma quiebra.
Obtener sabiduría sobre el dinero significa que usted comprenda el valor del dinero y lo use para desarrollar cosas útiles o que su inversión le conlleve a más bienestar. Y todo parte de la sabiduría buena que tengamos. Recuerde esto:
- No gaste su dinero en cosas que jamás va a necesitar. Cada vez que va a comprar de manera voluntaria o involuntaria alguna cosa, pregúntese: ¿Qué pasa si no compro esto? ¿Afectará de manera directa mi vida? ¿Cambia algo? Si observa que su respuesta es no, entonces se trata de una compra pasajera o impulsada por las emociones del momento.
- Entrene su mente y la de su familia y comparta esta sabiduría con todos. Todo lo que logre ahora, lo poco o mucho que haga, pasará algún día a manos de otros y usted será sucedido por otra persona; por lo tanto, saber educar a los hijos con esta sabiduría le hará morir en paz y saber que sus hijos no malgastan todo lo que usted ha dejado por herencia.
- Invierta su dinero para obtener bienestar. ¿Es malo hacer esto? ¿Es malo para un cristiano? No, siempre y cuando todo el proceso sea muy justo. La justicia es algo que Dios ama y observa atentamente, y de hecho se aplica en Mateo 6:33, donde se menciona sobre la «justicia». Siempre trate de ser justo y sea transparente.
- Cumpla sus ofrendas y donaciones de corazón: Existen muchas religiones que piden el diezmo por medio de muchas cosas. He observado que muchos líderes lo hacen asustando a sus miembros, hablándoles bonito o haciendo colectas… En todo caso, lo más importante de dar dinero a Dios es que él desea que lo haga con el corazón dispuesto y no de mala gana. Jehová desea que usted tenga una conducta dispuesta y dé con voluntad inmediata, y que todas las cosas que usted haga las haga de buena gana. Por ello, es mejor dar una ofrenda de buen corazón que un diezmo de mala gana.
Recuerde, sea siempre agradecido y asegúrese de que su dinero se encuentra en buenas manos y que se utiliza para hacer obras útiles. Si no sabe a dónde va el dinero que usted aporta cada mes, día u hora… utilice sus recursos en obrar usted mismo por los más necesitados o realice una oración para que Dios le confirme alguna necesidad cercana.
Dios anhela que a usted le vaya bien
Si usted logra equilibrar su vida y sabe administrar su dinero, le aseguro que su vida será más beneficiosa y tendrá más sentido. No olvide la humildad para reconocer quiénes somos y a dónde vamos. Por ello, recuerde: Dios anhela que a usted le vaya bien porque desea que usted le sirva y sea una buena primicia y una oveja sana. Los problemas desangran al ser humano y en muchas ocasiones los conducen a la muerte. No sea parte de la trampa del diablo y tome en serio la sabiduría escrita en la Biblia. Y finalmente, pida a Dios que le ayude a determinar su vida y ponga su vida en él.