Pulsa «Intro» para saltar al contenido
Este texto argumenta que las carreras técnicas son una opción altamente recomendable para quienes buscan una inserción laboral rápida, sin afirmar que sean superiores a la educación universitaria. El autor explica que los prejuicios sociales han llevado a asociar el éxito únicamente con los estudios universitarios, cuando en realidad las carreras técnicas ofrecen formación práctica y especializada para labores de alta demanda.

Paso 3: Una carrera técnica es muy recomendable, pero no es la única opción

0:00

🎧 Este artículo tiene audio disponible, pero solo puede reproducirse en dispositivos móviles.

En este tercer paso, nos centraremos en las carreras técnicas para comprender por qué son una excelente alternativa y cómo se comparan con la educación universitaria. Puedes elegir estudiar en una universidad y completar tus estudios en 4 a 6 años, o bien optar por una carrera técnica de 3 años que te permita insertarte rápidamente en el mundo laboral.

Es muy probable que hayas escuchado, o incluso te hayan dicho directamente, que estudiar una carrera técnica no es lo mismo que una universitaria. Aunque las investigaciones muestran que la universidad sigue siendo la opción preferida y el camino tradicional de miles de jóvenes, ambas alternativas tienen ventajas importantes. Y precisamente en eso nos enfocaremos aquí.

Como te mencioné en el paso 1, yo también enfrenté muchas opiniones y críticas sobre este tema. Hubo familiares cercanos que expresaron sus puntos de vista con tanta seguridad que parecían verdades absolutas. Sin embargo, hoy, después de años de experiencia y estudio, me he dado cuenta de que muchas de esas afirmaciones carecían de fundamento. Las investigaciones de diversas entidades respaldan mi perspectiva actual: la mayoría de esas opiniones eran simplemente prejuicios.

Los prejuicios de los que hemos hablado durante los primeros pasos siempre estarán presentes. Adoptan diferentes formas según el grupo de personas que los repite, muchas veces sin conocer realmente el tema en profundidad. Por eso, en este paso 3 hablaremos con fundamentos y sin intención de persuadir, sino de informar sobre las ventajas de elegir una carrera técnica: por qué es una de las opciones más recomendables y cómo puede ofrecerte una inserción laboral más rápida. El tiempo es valioso, y a tu edad, mientras más temprano inicies tu vida profesional, mejor preparado estarás.

No argumento que la universidad sea inferior, sino que si buscas una inserción laboral rápida, elegir una carrera técnica profesional y demandada puede ser una de las mejores decisiones de tu vida. Esta decisión no excluye la posibilidad de estudiar posteriormente en la universidad. Sin embargo, si tu prioridad es generar ingresos en poco tiempo mientras te preparas profesionalmente, una carrera técnica es ideal.

¿Por qué es una de las mejores opciones?

Cuando estudias una carrera técnica, te preparas para labores de alta demanda que requieren mano de obra especializada. Por ejemplo, para el mantenimiento de motores se contratan técnicos calificados, no ingenieros. Y aunque en teoría los ingenieros podrían realizar ese trabajo, en la práctica no ocurre así. Desde mi punto de vista, esto se debe a que muchas universidades se han enfocado en ofrecer una formación predominantemente teórica en lugar de práctica.

La mayoría de las instituciones universitarias no han desarrollado una cultura que fomente la práctica constante de lo que se enseña. Como resultado, miles de estudiantes —no todos, por supuesto— se gradúan con abundante conocimiento teórico pero sin saber cómo aplicarlo en situaciones reales. Además, gran parte de esa información, memorizada para aprobar exámenes, se olvida con el tiempo.
Aunque suene idealista, debería existir una mayor cultura de práctica dentro de las universidades, porque en la vida real la teoría no siempre se aplica de manera directa. Es como aprender a conducir: puedes conocer todas las reglas de tránsito, pero eso no garantiza que en la práctica se respeten todas o que las sigas al pie de la letra en cada situación. La vida real es compleja y llena de matices.

Por otro lado, estudiar una carrera técnica —que suele durar de tres a cuatro años, dependiendo del contexto— también está rodeado de opiniones y prejuicios. Esto se debe a que, por alguna razón, se nos ha inculcado que la universidad es sinónimo de éxito. Sin embargo, en la práctica, solo un pequeño grupo de personas ha logrado realizar inventos o desarrollos verdaderamente impactantes. Nuestro cerebro tiende a asociar el éxito de una persona con su lugar de origen o formación, pero eso no significa que sea una regla universal. Veamos un ejemplo.

Fijémonos en las mejores universidades del mundo, repletas de exalumnos que se convirtieron en grandes empresarios. Tenemos instituciones prestigiosas como el MIT o la Universidad de Stanford, cuyas figuras exitosas han servido como su mejor publicidad, haciendo que miles de personas las vean como sinónimo de éxito garantizado. Sin embargo, si analizamos la cantidad total de estudiantes que pasan por estas universidades y cuántos de ellos alcanzan un éxito notable, veremos que se trata de un porcentaje mínimo. Este pequeño grupo es el principal responsable de construir y mantener el prestigio de la institución.

Es poco probable que una universidad de gran renombre muestre la otra cara de la moneda. Nuestro instinto natural nos lleva a resaltar los aspectos más favorables de lo que nos pertenece o representa. Desde una perspectiva de marketing, no resulta viable para estas instituciones destacar que solo un reducido número de sus egresados logra un impacto significativo en el mundo. Este mismo patrón se repite en universidades de todo el planeta, especialmente en las privadas.

Sobre este tema podemos encontrar numerosos ejemplos de personas que estudiaron fuera de las universidades élite estadounidenses y lograron convertirse en grandes líderes empresariales. Es el caso de Sundar Pichai, quien estudió en la India —su país de origen— y llegó a dirigir Alphabet, una de las empresas más valiosas del mundo.

El éxito no depende de un lugar específico. Aunque durante años pensé que mudarme a otro país sería la clave para progresar, con el tiempo comprendí que esa idea era parcialmente incorrecta. Gracias al avance de la tecnología, hoy es posible emprender un negocio, estudiar en línea, leer en otros idiomas y aprender constantemente desde cualquier lugar. Si tienes acceso a internet en casa, tienes a tu disposición gran parte del conocimiento humano.

No obstante, si vives en una zona con infraestructura digital limitada, es crucial que tomes cartas en el asunto y busques alternativas viables. En tal caso, considero que cambiar de ubicación o explorar opciones como el internet satelital (por ejemplo, Starlink) puede ser una decisión acertada.

Con esto no pretendo argumentar que viajar o vivir en otro país no pueda traer éxito o progreso. Todo lo contrario: emigrar puede brindarte más oportunidades, mejor calidad de vida, mayores ingresos y, en muchos casos, acceso a una educación superior. Sin embargo, eso no garantiza el éxito automático para todos. El mundo es amplio, complejo y diverso, y cada experiencia es única.

La idea de viajar al extranjero debe verse como una oportunidad para aprender, crecer como persona y superar creencias limitantes, no como una solución mágica. Tampoco se trata de idealizar el destino o afirmar categóricamente que es el mejor país del mundo, especialmente si solo has vivido en uno.

Si tienes la oportunidad de viajar a otro país, aprovéchala para aprender, expandir tu perspectiva y desarrollar nuevas ideas, sobre todo si se trata de un lugar con un idioma y una cultura diferentes a los tuyos.

Volvamos ahora al tema principal. Aunque nos hemos desviado un poco, era importante abordar esos aspectos cruciales para tu desarrollo profesional, especialmente considerando que en algún momento de la vida muchos tienen la percepción de que no hay oportunidades en su propio país y creen que emigrar es la única forma de mejorar su bienestar.

Recordemos que en este paso 3 la idea central es que comprendas lo siguiente: elegir una carrera técnica con alta demanda laboral aumenta significativamente la probabilidad de que seas contratado y puedas insertarse rápidamente en el mercado laboral. Sin embargo, esto no significa que sea la única opción válida. También puedes elegir el camino universitario, y no hay ningún problema con ello.