Este artículo analiza los principales desafíos de vivir en el campo y ofrece soluciones prácticas basadas en experiencia real. Aunque la vida rural ofrece tranquilidad y contacto con la naturaleza, también presenta desventajas que deben considerarse antes de mudarse.
El campo te ofrece lo que la ciudad nunca podrá: espacio, silencio, libertad. En el artículo anterior hablamos de estas ventajas, de por qué vivir rodeado de naturaleza es una de las mejores decisiones que tomarás en tu vida. Pero hoy toca hablar de la otra cara de la moneda. Porque no, no todo es color de rosa.
Las ventajas son innegables: tranquilidad, espacio, libertad. Pero ese mismo aislamiento que te libera también te expone. La distancia que te separa del caos urbano te separa también de hospitales, de ayuda rápida, de la infraestructura de seguridad. No es cuestión de vivir con miedo —las emergencias graves son poco frecuentes— sino de estar preparado. Porque en el campo, la autosuficiencia no es opcional: es esencial.
Vivir en el campo ofrece grandes beneficios. Disfrutas de amplios espacios abiertos para caminar, lejos de la aglomeración de las ciudades; aquí apenas se ven personas, solo alguna que otra casa dispersa en el paisaje. El bullicio constante y el trajín urbano no forman parte de este entorno. Imagen por Irvis Murillo.
Cabe recordar que las zonas rurales, al ser aisladas y con poca densidad de población, pueden representar un riesgo en caso de asaltos o problemas de seguridad. Si en la ciudad la policía no puede patrullar eficazmente y existen muchos actos delictivos, es lógico pensar que en una zona rural, donde quizás no haya ni una patrulla ni gente cerca, podamos vernos vulnerables ante una falta de protección.
No todo es color de rosa.
El propio aislamiento, la lejanía de la ciudad y de las personas de confianza o familiares directos, convierte a la distancia en un arma de doble filo. No es que la naturaleza te perjudique, sino que el mismo espacio y la lejanía pueden complicarnos la vida. Pero no es necesario preocuparse en exceso; lo importante es tomar medidas preventivas, tal como lo hice yo. Por eso deseo ser muy específico en este artículo: quiero ayudarte a vivir una vida plena, siendo consciente de los desafíos que implica esa distancia.
Uno de los problemas a los que te puedes enfrentar es tener una emergencia de salud. Quizás te rompas un brazo, una pierna, o algo te caiga encima. Aunque la probabilidad es mínima, es importante estar preparado. ¿Por qué digo esto? La respuesta es sencilla: no nos mudamos lejos de la ciudad para hacernos daño, y siempre procuraremos tomar precauciones ante cualquier accidente. Y si tiendes a ser descuidado, este es el momento de mejorar eso.
Mientras que en la ciudad todo está al alcance de la mano, en el campo los productos básicos suelen quedar lejos. Por esta razón, es fundamental estar siempre preparado y llevar consigo lo esencial para enfrentar cualquier eventualidad. Imagen por Irvis Murillo.
Ahora bien, lo que sí es crucial es contar siempre con un vehículo a disposición. Sin él, vivir en el campo se vuelve muy complicado, no solo por una posible emergencia, sino porque necesitarás comprar alimentos en el mercado de la ciudad, adquirir productos de limpieza, pagar servicios o comprar medicinas para tu botiquín.
No llamo a esto emergencias, sino elementos necesarios para la vida diaria en el campo. Aunque no espero que vivas como un nómada, considero importante que al menos lleves contigo un botiquín bien surtido con medicinas para dolores o malestares comunes. Personalmente, llevo dos años viviendo oficialmente como adulto en el campo y, hasta la fecha, no he tenido emergencias graves. Pero eso no significa que debamos descuidarnos; siempre hay que ser responsables, evitar acciones que nos perjudiquen y trabajar con seguridad, sin dramatizar ni caer en la presión de una sociedad que a menudo opera sin medidas preventivas adecuadas.
Vivir en zonas alejadas conlleva la responsabilidad de ser previsores. Es esencial informarse sobre los fenómenos climáticos que podrían afectar la región, especialmente si se reside en quebradas o áreas rurales, ya que estas suelen ser particularmente vulnerables a las intensas lluvias e inundaciones. La fotografía de arriba corresponde al año 2017, antes de construir Casa Polska; se aprecia la antigua casa construida de adobe, que fue destruida por el fenómeno del Niño que ocurrió ese año. Imagen por Irvis Murillo.
A continuación, te compartiré recomendaciones basadas en mi experiencia para minimizar las desventajas de vivir en el campo:
Poseer un vehículo propio: Dependiendo del terreno, tu presupuesto y el trayecto, lo recomendable es tener una camioneta o pickup, aunque sea usada, adaptada a los caminos irregulares del campo. Si vives muy lejos, esto es esencial. Si vives relativamente cerca, una mototaxi o una carguera podrían ser suficientes. Además, recuerda que el costo del combustible será una prioridad; cuanto más eficiente sea tu vehículo, menos gastarás. Y recuerda: en el campo no necesitas lujos, necesitas ahorrar todo lo posible. La idea es que, viviendo en el campo, te liberes de la mentalidad y los esquemas de la ciudad. Olvida los lujos y cambia de perspectiva.
Tener un botiquín o una caja de medicinas: Contar con medicamentos de venta libre en el campo te ahorrará mucho sufrimiento ante malestares comunes. Un dolor de cabeza inusual o un dolor muscular son frecuentes al vivir aquí, por lo que tener medicinas a tu alcance es fundamental. Surte tu botiquín con todo tipo de suministros: vendas, curitas, alcohol, pomadas para dolores musculares, etc. Todo lo relacionado con primeros auxilios debe estar disponible.
La seguridad alimentaria en el campo comienza con una compra inteligente y a granel. Imagen por Irvis Murillo.
Compra al por mayor: Si estás en tus primeros meses en el campo, lo más probable es que compres tus alimentos en la ciudad o el pueblo más cercano. Mi recomendación es práctica: compra todo al por mayor y en grandes cantidades. ¿Por qué? No es rentable ni práctico viajar hasta el pueblo por un solo paquete de fideos. No te expongas innecesariamente. Compra alimentos que duren y puedan guardarse en un refrigerador. Las conservas me han ayudado mucho en días que simplemente deseo comer algo ligero. También recomiendo comprar verduras, aunque en la actualidad todo resulte caro.
Todo está dentro de ti: El hecho de vivir en el campo no te aleja mágicamente de situaciones de estrés, ni hace que los problemas que tenías en la ciudad desaparezcan. Hay que ser conscientes y pensar con claridad: si vamos al campo para alejarnos de una situación grave o dramática según nuestro estado mental, eso no cambiará nada por sí solo. Lo que sí ocurrirá es que tu estrés disminuirá significativamente, pero si tienes un problema sin resolver, trata de solucionarlo antes de mudarte o al llegar. Recuerda siempre esto: todo está dentro de ti, y eres el protagonista de tu propia vida.
Herramientas útiles: Te serán de gran ayuda en caso de necesidad. Por ejemplo, tener reflectores o lámparas solares a tu alcance será invaluable si se va la luz, si quieres salir al jardín por la noche o necesitas iluminar el exterior. Las herramientas que recomiendo son: pilas recargables, power banks (para cargar equipos electrónicos pequeños como tu smartphone), cables tipo C o USB, un equipo de sonido pequeño con batería interna y, si puedes, un pequeño panel solar plegable. Todos estos elementos te ayudarán en algún momento, te lo garantizo.
En el campo, un sistema de energía propia no es un lujo, es tu red de seguridad cuando el mundo exterior se queda a oscuras. Imagen por Irvis Murillo.
Medidas de seguridad: Esta recomendación merece un artículo aparte, pero puedo resumir lo esencial. Debido al aislamiento, sobre todo por la noche, mis recomendaciones para reforzar la seguridad en zonas rurales son: instalar focos solares con sensor de movimiento; si tienes un perímetro de pared, añadir un cerco de alambre; instalar cámaras de seguridad si tu presupuesto lo permite. También es útil colocar señalización que indique que la propiedad está vigilada.
Perros guardianes: Son mascotas ideales, aunque a mucha gente no le guste criarlas. Te recomiendo mucho tener perros, o incluso un pequeño grupo, para que estén alerta y te avisen de cualquier intruso o evento sospechoso durante la noche o el día. Esto es especialmente importante si no cuentas con sistemas de seguridad como cámaras o sensores. Los perros son más efectivos que cualquier tecnología, sobre todo cuando hay cortes de luz. Te recomiendo tener al menos dos perros del mismo sexo para evitar camadas no deseadas, a menos que así lo desees.
Batería de litio usándolo en un corte de energía eléctrica. Imagen por Irvis Murillo.
Suministro de energía propia: Te ayudará en caso de emergencia o falla de la red eléctrica, especialmente si vives en una zona rural con suministro público. Un sistema de respaldo es de suma importancia, ya que siempre puede haber apagones sin previo aviso. Si la luz se va por varias horas durante la noche, tener un sistema de suministro propio será de gran ayuda. Puede ser un conjunto de baterías de al menos 100 Ah a 300 Ah y un inversor de 1000 W a 6000 W máximo (de onda senoidal pura). Según tu presupuesto, puedes armar un pequeño sistema solar o simplemente usar baterías que se carguen con la red normal y se activen automáticamente durante un corte.
Hay otras recomendaciones que pueden depender de gustos personales y preferencias individuales. No obstante, la lista que te he compartido es esencial. No son sugerencias opcionales, sino medidas que te aconsejo aplicar, especialmente para tu seguridad alimentaria y personal. Además, con la vivencia en el campo, irás conociendo vecinos: algunos serán buena gente, otros no tanto. Parece mentira, pero incluso en el campo hay personas que, teniendo todo a su alrededor, carecen de humildad y buenos valores. Esto nos lleva a reflexionar y a mejorar como personas. Como siempre digo, hay que tratar de evitar situaciones tóxicas, no caer en la trampa del vecino ni dar la confianza demasiado rápido, aunque seamos amables y cordiales.
Espero haberte ayudado a tomar una buena decisión. Seguiremos publicando temas más específicos para ayudarte a comprender mejor la vida en el campo.