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Este artículo ofrece una guía práctica para superar la sensación de vacío y el ciclo de la procrastinación. Propone identificar hábitos nocivos y sustituirlos por actividades productivas, presentando cinco recomendaciones concretas—como caminar, asistir a eventos o crear contenido en línea—para ayudar a las personas a recuperar el control de su tiempo y encaminarse hacia una vida más plena y con sentido.

5 recomendaciones para transformar hábitos improductivos y encontrar propósito

Parte I

A menudo, podemos experimentar una sensación de vacío o falta de propósito, lo que puede llevarnos a estados de desánimo y a caer en la procrastinación. Este último es un tema frecuente que, en exceso, puede dificultar nuestro desarrollo personal y que conviene evitar.

Es natural no sentirse feliz todos los días; la vida no es una línea recta, sino que está llena de altibajos. Puede que recibamos malas noticias, no consigamos el empleo deseado o enfrentemos momentos de desánimo por diversas circunstancias. Muchas personas, ya sea tras graduarse o al formar una familia, sienten la presión de encontrar un trabajo para sostener su situación económica.

Sentirse mal de vez en cuando no es negativo en sí mismo; sin embargo, puede convertirse en un ciclo perjudicial cuando toma el control de nuestra vida, limita nuestra libertad e impide que avancemos. Por ejemplo, después de perder un empleo y enfrentar problemas en una relación, alguien podría caer en un vacío profundo donde los pensamientos negativos afecten su bienestar hasta generar una sensación de soledad. Lo importante es no permanecer allí, sino actuar para salir de esa situación.

No obstante, existe una gran diferencia entre decir “hay que tomar cartas en el asunto” y realmente hacerlo. A menudo, nos quedamos en la teoría sin concretar un plan de acción. Por eso, en este artículo compartiré algunas recomendaciones que pueden ayudar a salir del ciclo de la procrastinación, el cual suele alejarnos de actividades productivas y del aprendizaje que la vida nos ofrece.

En ocasiones, dedicamos mucho tiempo a repetir patrones creados por otros, como pasar horas en redes sociales. Con el uso masivo de smartphones y aplicaciones como TikTok, donde el formato vertical capta nuestra atención fácilmente, es común perder la noción del tiempo. Esto no significa que usar redes sociales sea malo, sino que es importante ser conscientes de que, si solo consumimos contenido superficial, ese tiempo difícilmente será productivo.

Si deseamos superar ese estado de inercia, es esencial actuar con determinación y esfuerzo para cambiar los hábitos perjudiciales.

Ahora bien, si utilizamos las redes sociales para actividades productivas que mejoren nuestra vida, entonces su uso puede ser beneficioso. Sin embargo, es poco probable que en estas plataformas se encuentre información profunda. Aunque son intermediarias de la información, es mejor dirigir nuestra atención hacia fuentes de mayor calidad. Algunas alternativas para acceder a contenido valioso son:

  • Si quieres leer noticias, utiliza un motor de búsqueda como Qwant, una alternativa a Google que respeta la privacidad.
  • Si los anuncios en línea te distraen, prueba el navegador Brave, que bloquea la publicidad de forma predeterminada y es gratuito.
  • Si prefieres un correo electrónico privado y sin publicidad, servicios como Protonmail son una excelente opción frente a Gmail.

Estas herramientas pueden ayudarnos a ser más productivos en línea, especialmente en un entorno lleno de distracciones. Para acceder a contenido de alta calidad, los libros siguen siendo la mejor fuente. Aunque YouTube ofrece miles de videos con experiencias y relatos, la información profunda y estructurada suele encontrarse en libros.

Hoy en día, no es necesario contar con una biblioteca física; aplicaciones como Amazon Kindle o Google Play Libros permiten comprar o alquilar libros digitales de manera accesible. La cantidad de información confiable y enriquecedora disponible en estas plataformas es inmensa, y comenzar a leer es un primer paso muy recomendable.

Si bien YouTube puede ser útil, su ecosistema ha evolucionado hacia un modelo más comercial, donde a veces prima el entretenimiento sobre el contenido formativo. Por ello, iniciarse en la lectura es una forma efectiva de romper con la procrastinación. Este proceso requiere esfuerzo, ya que al principio puede costar trabajo, pero con pequeñas dosis de disciplina diaria, es posible alcanzar la meta.

Recomendaciones para evitar pérdidas de tiempo improductivas.

Dependiendo de tu situación personal, puedes comenzar por reducir aquellas actividades que no aporten valor a tu vida. Por ejemplo, si tienes el hábito de consumir comida chatarra, intenta reducirlo progresivamente. No es fácil cambiar un hábito, pero dar un paso a la vez sí lo es. Este mismo principio aplica a otras áreas donde consideres necesario un cambio.

Reducir el tiempo en redes sociales es una forma saludable de ganar espacio para otras actividades, sin necesidad de eliminarlas por completo. Aunque el proceso pueda ser complicado, especialmente si vives en un entorno donde otras personas también pasan mucho tiempo en línea, el cambio debe comenzar por ti.

Por ejemplo, al aplicar estos consejos, puede que descubras que muchos de tus contactos no contribuyen de manera significativa a tu vida. En mi experiencia, al intentar reconectar con conocidos, noté que la mayoría no respondía o las conversaciones eran superficiales. Solo un pequeño grupo de personas demostró ser cercano y enriquecedor. Ante esto, decidí priorizar esas relaciones de calidad y limitar el contacto con quienes no aportaban nada positivo. Esta decisión me permitió enfocarme en vínculos más significativos y productivos.

Tal vez te identifiques con esta situación y decidas rodearte de personas que compartan información valiosa, en lugar de contenido superficial. Tener amistades que aporten crecimiento personal es fundamental para nutrir nuestra mente y avanzar en la vida.

En resumen, si buscas progresar, es crucial esforzarte por incorporar hábitos y relaciones de calidad, incluso si eso implica hacer cambios difíciles. Pequeños esfuerzos constantes pueden marcar una gran diferencia con el tiempo.

Romper con los hábitos que no aportan nada productivo es el primer paso para mejorar tu ciclo de vida. Si fumas, busca ayuda para dejarlo; si consumes alcohol de manera habitual tras la jornada, intenta reducirlo o eliminarlo; si juegas con los sentimientos de otras personas, reflexiona y cambia esa actitud. Identifica aquellos comportamientos que, de continuar, puedan limitar tu crecimiento o bienestar a largo plazo, y trabaja para transformarlos. En pocas palabras, hábitos que te llevarán al fracaso muchas veces.

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