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El artículo reflexiona sobre la importancia de la seguridad en el hogar y cómo las cámaras de vigilancia han pasado de ser un lujo a una herramienta accesible y útil para proteger a la familia. A través de una mirada personal y comparativa con las medidas de seguridad de generaciones pasadas, se destacan los beneficios, dudas y razones por las que cada vez más hogares optan por instalar cámaras.

Cámaras de seguridad: ¿precaución o paranoia?

En este artículo, hablaremos de un aspecto esencial para la protección personal y familiar: la seguridad en nuestros hogares. Más específicamente, de los beneficios de contar con cámaras de seguridad. Si estás buscando información clara, tienes dudas o estás pensando en instalar cámaras en tu casa o negocio, este artículo puede servirte de guía.

Contexto de la seguridad actual

Cuando construí mi casa de campo nunca pensé que el hecho de instalar cámaras de seguridad se volvería una preocupación innata dentro de mí. Durante muchos años viví en la ciudad sin tener ni una sola, y aunque veía en las noticias cómo servían frente a diferentes eventos (desde asaltos hasta robos simples), nunca me presioné a instalar una. Incluso en la casa de mis padres jamás se consideró seriamente.

Ellos, ya con sus cincuenta y tantos años, nunca usaron cámaras de seguridad en su vivienda. Nunca pasó nada grave y siempre confiaron en medidas más tradicionales: puertas fuertes, cerrojos resistentes y, sobre todo, la red de apoyo vecinal. Hasta hoy siguen pensando que no es necesario instalar cámaras porque la convivencia con los vecinos siempre fue suficiente para afrontar cualquier evento. Esa comunidad se mantiene, aunque con menos fuerza que antes. De hecho, solo después de casi 29 años, un vecino recién decidió poner una cámara en la fachada de su casa. Eso me da a entender que todavía no existe una cultura fuerte de presión social para instalar sistemas de videovigilancia.

He instalado una cámara de seguridad en mi casa de campo con el propósito de monitorizar el exterior, registrar los vehículos que circulan por la zona y identificar a quienes se acercan a la entrada. La cámara que he elegido se conecta mediante Wi-Fi y almacena las grabaciones en la nube, lo que me permite acceder a ellas en cualquier momento. Además, su diseño resistente está preparado para soportar condiciones adversas como polvo, exposición directa al sol y lluvia
He instalado una cámara de seguridad en mi casa de campo con el propósito de monitorizar el exterior, registrar los vehículos que circulan por la zona y identificar a quienes se acercan a la entrada. La cámara que he elegido se conecta mediante Wi-Fi y almacena las grabaciones en la nube, lo que me permite acceder a ellas en cualquier momento. Además, su diseño resistente está preparado para soportar condiciones adversas como polvo, exposición directa al sol y lluvia. Imagen por Irvis Murillo.

La verdad es que, en mi cuadra, durante casi tres décadas nunca ocurrió un hecho realmente grave: apenas algunos incidentes menores, pero nada de gran magnitud. Si algo pasó, fue por eventos externos, como persecuciones, pero jamás un asalto a una vivienda. Quizás por eso la mayoría de mis vecinos, incluidos mis padres, ven a las cámaras como algo poco útil en su contexto, y no las consideran efectivas justamente porque no han enfrentado problemas serios.

Si nos remontamos aún más atrás, en la época de mis abuelos, hablar de cámaras de seguridad era como hablar de una película de ciencia ficción. No sabían qué eran, o simplemente no tenían información sobre ellas. Como ellos decían, la vida era diferente: no había tantas preocupaciones como hoy. Las casas eran abiertas, sin muros altos, sin concreto, y los perros eran los sistemas de seguridad principales. En cierta forma, lo siguen siendo hasta ahora.

Hoy, en cambio, el panorama es distinto. Las casas tienen muros elevados, cercos eléctricos, sensores de movimiento e incluso de calor, todo conectado a una aplicación en el celular para ver lo que pasa desde cualquier parte del mundo. Los tiempos cambiaron, y pensar exactamente como lo hacían nuestros abuelos ya no es suficiente. Los riesgos también evolucionaron, y por eso debemos actualizarnos. Tomar precauciones no significa vivir con paranoia, sino estar preparados frente a cualquier eventualidad.

Un ejemplo claro: si tenemos un vehículo que podría ser blanco de robo o extorsión, contar con un GPS confiable puede marcar la diferencia. Nos permite saber en qué zona o parte de la ciudad está, e incluso recuperarlo. Vivir como antes, sin ser conscientes —aunque tampoco paranoicos— nos puede dejar expuestos a riesgos innecesarios.

¿Deberías instalar cámaras de seguridad?

La respuesta depende de tu contexto. No se trata de asumir que lo que pasa en las grandes ciudades o lo que muestran los noticieros ocurrirá necesariamente en tu barrio o en el campo. Lo ideal es analizar con calma: conversar con los vecinos, revisar medios locales y, si es posible, preguntar a la policía sobre los antecedentes en tu zona.

He complementado el sistema con una segunda cámara estratégicamente ubicada en la fachada principal, que cubre los ángulos ciegos de la primera unidad. Adicionalmente, he instalado una cámara en el segundo piso que proporciona una vista elevada y panorámica del perímetro. Esta configuración en dos niveles me ofrece redundancia operativa: en caso de fallos técnicos o sabotaje en la cámara de planta baja, la unidad superior garantiza la continuidad de la vigilancia y proporciona una perspectiva crítica durante emergencias.
He complementado el sistema con una segunda cámara estratégicamente ubicada en la fachada principal, que cubre los ángulos ciegos de la primera unidad. Adicionalmente, he instalado una cámara en el segundo piso que proporciona una vista elevada y panorámica del perímetro. Esta configuración en dos niveles me ofrece redundancia operativa: en caso de fallos técnicos o sabotaje en la cámara de planta baja, la unidad superior garantiza la continuidad de la vigilancia y proporciona una perspectiva crítica durante emergencias. Imagen por Irvis Murillo.

Si descubres que hay un nivel de peligro alto, instalar cámaras puede ser una medida preventiva muy valiosa. Pero incluso si no hay grandes incidentes, si tienes los recursos y deseas más tranquilidad, también es una decisión válida. Lo importante es no dejarse llevar por el miedo que a veces transmiten los noticieros, sino actuar con conciencia y equilibrio.

Elementos de disuasión adicionales

Un sistema de cámaras no solo ayuda a registrar lo que ocurre, también funciona como elemento de disuasión. Para eso, es recomendable acompañarlas con otras medidas:

Instalar cámaras de seguridad es solamente el principio para mejorar de manera significativa la seguridad de nuestro hogar. Pero si lo combinamos con otras estrategias de disuasión efectivas, vamos a fortalecer aún más la protección del lugar donde vivimos.
Añadir un cartel de advertencia visible crea un efecto disuasivo real frente a quienes lo lean. Esta señalización complementa el sistema de cámaras y envía un mensaje claro de que la propiedad está protegida y monitoreada.
La combinación de elementos físicos y visuales de seguridad genera una barrera psicológica que puede ser tan efectiva como las medidas técnicas mismas.
Instalar cámaras de seguridad es solamente el principio para mejorar de manera significativa la seguridad de nuestro hogar. Pero si lo combinamos con otras estrategias de disuasión efectivas, vamos a fortalecer aún más la protección del lugar donde vivimos.
Añadir un cartel de advertencia visible crea un efecto disuasivo real frente a quienes lo lean. Esta señalización complementa el sistema de cámaras y envía un mensaje claro de que la propiedad está protegida y monitoreada.
La combinación de elementos físicos y visuales de seguridad genera una barrera psicológica que puede ser tan efectiva como las medidas técnicas mismas. Imagen por Irvis Murillo.
  • Letreros disuasivos: coloca avisos visibles que indiquen que la vivienda está protegida.
  • Grabación en nube y memoria: usa cámaras con tarjetas SD y almacenamiento en la nube para mayor seguridad.
  • Respaldo energético: considera baterías externas o UPS para mantener el sistema funcionando aun en un corte de energía.
  • Internet estable: un buen servicio de internet es fundamental para monitorear en tiempo real desde tu celular.

¿Qué tipo de cámaras de seguridad elegir?

Algunas recomendaciones prácticas:

  • Conexión doble (WiFi y cable Ethernet): el cable es más estable, pero el WiFi es práctico cuando no es posible cablear.
  • Modelos con doble lente (dual lens): permiten cubrir dos ángulos al mismo tiempo con un solo equipo.
  • Cámaras PTZ: permiten mover el lente y hacer zoom desde la app, lo que da más control.
  • Almacenamiento amplio: busca cámaras con ranuras para tarjetas SD de gran capacidad (128 GB o más), y si tienen opción en la nube, mucho mejor.
  • Respaldo energético: cada cámara debería poder funcionar con baterías en caso de apagones, ya que un corte de luz puede ser aprovechado por intrusos.

En definitiva, el mejor sistema será aquel que se adapte a tu espacio, a tus necesidades y a tu presupuesto.

Preguntas frecuentes

¿Es importante tener cámaras de seguridad?
Sí, pero hay que ser conscientes de que no todo se soluciona con instalarlas. Son útiles no solo para casos graves, también para aclarar situaciones cotidianas. Por ejemplo, una vez descubrí gracias a una grabación que el portón de mi casa había quedado mal cerrado y mis perros salieron, casi provocando un incidente con un transeúnte. La cámara me permitió entender lo que realmente pasó y evitar suposiciones.

¿Para qué sirve una tarjeta SD?
La tarjeta SD guarda todas las grabaciones de tu cámara. Mientras más capacidad tenga, más días o semanas podrás almacenar. Mi recomendación es optar por mínimo 128 GB, que suele dar para unas tres semanas de grabación. Es especialmente útil si necesitas revisar un evento después de varios días.

Las cámaras de seguridad no son obligatorias ni una garantía absoluta, pero sí una herramienta muy valiosa para complementar la protección de un hogar o negocio. Lo más importante es usarlas con equilibrio: ni con exceso de preocupación, ni con descuido total.

Espero que este artículo te haya dado una visión clara y honesta sobre la importancia de su uso, y que la información te ayude a tomar una decisión acertada según tu propia realidad.