En Casa Polska, queremos asegurarnos de que cada visitante, sea huésped o empresa, tenga una experiencia auténtica y enriquecedora. Sin embargo, es fundamental comprender que Casa Polska no es un hotel, ni un hostal, ni un alojamiento tradicional. Se trata de una casa de campo ubicada en una zona rural, con todo lo que ello implica.

Casa Polska se encuentra ubicado entre campos de cultivo, y no es un alojamiento tradicional.

La vida en el campo es diferente a la vida en la ciudad. Aquí, la naturaleza marca el ritmo y las condiciones ambientales forman parte del día a día. Es importante que quienes elijan alojarse en Casa Polska lo hagan con una mentalidad abierta y con una disposición a adaptarse a las características del entorno. Esto incluye elementos como:

  • La presencia de insectos y otros animales propios de la naturaleza.
  • Un clima que puede ser caluroso en algunos momentos y lluvioso en otros.
  • El polvo y el viento, que son parte del paisaje natural.
  • Una infraestructura que, aunque cómoda, no sigue los estándares de un alojamiento urbano o comercial.

Entender y aceptar estas condiciones es clave para disfrutar verdaderamente de la experiencia en Casa Polska. No luchamos contra la naturaleza ni pretendemos modificar sus ciclos, sino que los abrazamos y convivimos con ellos. Por eso, pedimos a cada visitante que ponga su grano de arena en esta experiencia: adaptarse, disfrutar y respetar el entorno en el que se encuentra.

Si buscas un espacio para desconectarte, conectar con la naturaleza y vivir una experiencia genuina en el campo, Casa Polska es para ti. Pero si lo que esperas es un servicio tradicional de hotelería, quizás este no sea el lugar adecuado para tu estadía.

En Casa Polska, la verdadera riqueza radica en la simplicidad y en la capacidad de adaptarse al entorno natural. Te invitamos a venir con la mente abierta y el espíritu preparado para disfrutar de todo lo que este espacio tiene para ofrecer.

Esta sección de expectativas deberá ser compartida con todo el equipo de la empresa que anhela el hospedaje. Es importante comprometerse a ese respeto con la naturaleza y no estar luchando contra ella, creando un ambiente de cólera y sin simpatía.