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En este artículo comparto mi experiencia personal al dejar la ciudad y mudarme al campo. Hablo de cómo cambió mi vida, las comodidades que llevé conmigo, y las ventajas que encontré en la tranquilidad rural frente al ritmo acelerado de la ciudad. También reflexiono sobre lo que significa realmente vivir en el campo hoy en día.

Ventajas de vivir en el campo: una experiencia personal

Según un informe de las Naciones Unidas, muchas personas en todo el mundo están migrando a zonas urbanas. Cerca del 57% de la población global vive actualmente en ciudades, lo que ha impulsado la transformación de estas en grandes megaciudades (datos de 2023). Se estima que para 2050, entre el 66% y el 68% de los seres humanos residirá en áreas urbanas, alejándose de las zonas rurales. El resto de la población será la encargada de habitar y gestionar las áreas rurales, de donde probablemente provendrán la mayor parte de los alimentos de un país.

Por ejemplo, en Perú, ciudades como Lima, Trujillo o Arequipa concentran grandes cantidades de habitantes, haciendo que estas urbes y capitales crezcan constantemente. Por otro lado, las personas que habitan las zonas rurales suelen ser aquellas que administran terrenos o que, con el paso de los años, se han acostumbrado a la vida en el campo.

Si buscas la verdadera libertad financiera, no la encontrarás en un anuncio; la encontrarás en el campo.
Si buscas la verdadera libertad financiera, no la encontrarás en un anuncio; la encontrarás en el campo. Imagen por Irvis Murillo.

Mientras muchas personas piensan en mudarse a la ciudad, otras consideran lo contrario: desean vivir en el campo y experimentar una nueva forma de vida.

Precisamente por eso he escrito este artículo.

Mi historia: De la ciudad al campo.

Aunque pasé mi infancia hasta los ocho años en una zona rural, mis padres, al igual que muchos en la actualidad, se trasladaron a la ciudad con mayor accesibilidad en busca de trabajo y mejores oportunidades. Así, me acostumbré a la vida urbana y a comportarme como un ciudadano de ciudad: estudiar, terminar la educación superior y buscar un empleo.

La vida en la ciudad y en el campo son dos mundos completamente distintos. Mientras que en una ciudad existe accesibilidad, todo está al alcance, con buena conexión a internet y múltiples servicios, en las zonas rurales aún existe una gran carencia de infraestructura. Llevar estos beneficios a estas áreas suele ser un lujo al alcance de pocos.

Aunque la gran mayoría de la población continúa migrando hacia las ciudades, existe un movimiento creciente —especialmente desde la pandemia— de personas que eligen el camino contrario y se mudan al campo en busca de un estilo de vida diferente.
Aunque la gran mayoría de la población continúa migrando hacia las ciudades, existe un movimiento creciente —especialmente desde la pandemia— de personas que eligen el camino contrario y se mudan al campo en busca de un estilo de vida diferente. Imagen por Irvis Murillo.

En muchos casos, será necesario contar con tu propio sistema de energía, por ejemplo, mediante paneles solares. Y si deseas internet, actualmente el servicio que puede salvarte es, sin duda, Starlink, ya que es el más eficiente en estas condiciones.

¿Por qué considerar vivir en el campo?

¿Has considerado dejar atrás el ruido urbano y construir tu vida en el campo? Si es así, estás tomando una de las mejores decisiones de tu vida, y te garantizo que no te arrepentirás. Vivir en el campo te aleja inmediatamente del ritmo acelerado, la presión por llegar a tiempo, el estrés de conducir o tomar el transporte público lo más rápido posible. 

También te libera de la rutina de ver televisión, dormir y despertar solo para repetir el mismo ciclo día tras día. Para la mayoría en la ciudad, el descanso se limita a los fines de semana, y cuando la situación económica es difícil, incluso ese respiro desaparece.

Vivir en el campo significa tener acceso a amplios espacios abiertos donde la soledad es un lujo, no una rareza. Puedes ejercitarte bajo el sol, respirar aire limpio, y descubrir que cada día ofrece algo único: desde cambios en el clima hasta la llegada de diferentes especies de aves.
Vivir en el campo significa tener acceso a amplios espacios abiertos donde la soledad es un lujo, no una rareza. Puedes ejercitarte bajo el sol, respirar aire limpio, y descubrir que cada día ofrece algo único: desde cambios en el clima hasta la llegada de diferentes especies de aves. Imagen por Irvis Murillo.

En el campo, en cambio, la vida transcurre más lentamente, aunque las horas sigan siendo las mismas. Tienes más espacio para caminar, correr, respirar y perderte. Puedes andar en bicicleta o intentar algo que nunca hayas hecho, como escalar un cerro o una montaña. Además, no verás tanta densidad de gente; es probable que la mayoría del tiempo estés solo o acompañado de pocas personas. 

Eso es libertad. Si alguna vez viste un anuncio sobre libertad financiera, quizás te mintieron… Esta es la verdadera libertad.

Mi decisión a los 27 años.

Después de cumplir con lo que se espera de un ciudadano de ciudad —estudiar, terminar una carrera y buscar trabajo—, a los 27 años tomé la decisión de comprar un terreno que perteneció a mis abuelos y construir una casa de campo. Tal vez algunas personas no crean que, a mi edad, haya podido construir o comprar un terreno tan grande. No fue un camino fácil, pero es cierto que a los 27 años logré adquirir un terreno amplio y construir en él, incluso una piscina.

Ahora, con casi 30 años, llevo alrededor de dos años viviendo en mi casa en el campo. Aunque he quedado ajustado económicamente, créeme que la decisión de vivir aquí ha sido la mejor. El estrés que me perseguía en la ciudad y que incluso me enfermaba desapareció tan pronto como me mudé. Desde entonces, esta nueva rutina me ha enseñado a madurar mucho más.

Llevando comodidades al campo.

Eso sí, debo aclarar que traje conmigo muchas facilidades propias de la ciudad. A diferencia de otros hogares en la zona, aún existen grandes brechas de desigualdad, y es importante respetar eso y mantener un perfil bajo. Muchas de las facilidades que yo tengo no están presentes en otros hogares de la zona. Aunque existe una brecha económica real, también es cierto que muchos vecinos simplemente no priorizan estas tecnologías debido a su estilo de vida tradicional o porque están acostumbrados a vivir sin ellas.

Hace 2 años tomé la decisión de vivir en el campo, y ha sido una de las mejores de mi vida.
Hace 2 años tomé la decisión de vivir en el campo, y ha sido una de las mejores de mi vida. Imagen por Irvis Murillo.

Me refiero, por ejemplo, a tener una lavadora inteligente que me notifica cuando termina el ciclo, o el internet satelital que me permite escribir estas líneas y mantenerme conectado. Estas tecnologías no son comunes en la zona, en parte por factores económicos y en parte porque muchos vecinos, especialmente los de mayor edad, han vivido toda su vida sin ellas y no sienten la necesidad de incorporarlas a su rutina diaria.

La lista de facilidades que he incorporado a mi vida en el campo incluye:

  • Ollas arroceras.
  • Refrigerador.
  • Televisor.
  • Cocina a gas (algo común en la zona rural donde vivo).
  • Termas eléctricas para ducharse.
  • Cámaras de seguridad con IA.
  • Sensores de seguridad y automatización de luces.
  • Sistema solar conectado a internet.
  • Pozo de agua con motor eléctrico.
  • Internet satelital Starlink.
  • Baños como los de la ciudad.
  • Luces solares por toda la casa.
  • Internet en toda la propiedad, incluso en el jardín.

Estas son algunas de las facilidades que he incorporado, y sinceramente, me he acostumbrado a ellas. Pero creo que vale la pena.

Ahora, veamos las ventajas y desventajas de vivir en el campo, porque no todo es color de rosa.

Ventajas de vivir en el campo.

Las ventajas son enormes y no tienen precio. Vivir en el campo te aleja físicamente de muchas obligaciones y presiones propias de la vida urbana. Si logras conseguir un trabajo remoto o generar ingresos de forma independiente, podrás liberarte de ese empleo que no te gusta y que actualmente te ata a la ciudad.

Estas son las ventajas desde mi experiencia personal:

Libertad y desconexión del estrés urbano.

En el campo, cada día trae sus propias actividades: limpiar el jardín, alimentar animales como gallinas o recoger sus huevos, o cosechar frutas de temporada si tienes un huerto. La rutina repetitiva de la ciudad queda atrás.

Servicios más económicos.  

El agua es mucho más barata. Donde vivo, cuesta alrededor de 10 soles al mes (aproximadamente 3 USD). Si tienes un pozo, el agua es ilimitada y gratuita.

Energía solar y ahorro.

Si la zona rural cuenta con servicio de luz, la tarifa se mantiene, pero si instalas un sistema solar, reducirás tus gastos significativamente. Incluso podrías vivir completamente de la energía solar.

Espacio ilimitado para actividades. 

Tienes inmensos terrenos para caminar, correr y descansar. Puedes tomar fotos, grabar videos o meditar, y cada día será diferente.

Conexión con la naturaleza.

Manejar bicicleta por senderos y disfrutar de puestas de sol increíbles. Aunque los caminos no sean perfectos, te brindan una sensación de paz y logro. Respirar aire puro se convierte en parte de tu día a día.

Vida silvestre en tu entorno.  

Observar aves de todo tipo que vienen a beber agua cuando riegas tu huerto. Despertar con el canto de las aves, algo que sirve como alarma natural.

Experiencias únicas.

Cocinar con leña y recolectar palos de árboles secos. Disfrutar de noches estrelladas y aviones pasando ocasionalmente. Dormir en una hamaca al aire libre.

Mente ocupada y propósito.  

Siempre hay algo que hacer, lo que mantiene tu mente ocupada. Aunque los problemas no desaparezcan mágicamente, el entorno te ayuda a enfrentarlos con más calma.

Desconexión digital voluntaria.

Puedes apagar la electricidad por una noche y usar lámparas con luz amarilla, como lo hacían nuestros abuelos.

Libertad para tus mascotas. 

Si tienes mascotas, ellas también disfrutarán de la libertad para correr y jugar. Además, serán tus guardianes por las noches.

Cada uno de estos beneficios puede ampliarse con un poco de creatividad. Si tienes hijos, incluso podrías organizar campamentos dentro o fuera de tu propiedad.


Nota: Este artículo es la primera parte de mi experiencia viviendo en el campo. En la segunda parte, compartiré las desventajas que he encontrado durante estos dos años, porque como mencioné, no todo es color de rosa. Es importante conocer ambos lados antes de tomar una decisión tan importante como mudarse al campo.

📖 Segunda parte disponible

Este artículo continúa en una segunda parte.

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